Justicia,
responsabilidad y dimisión.
Justicia
La justicia (del latín, Iustitia) es la concepción que cada
época y civilización tiene acerca del sentido de sus normas jurídicas. Es un
valor determinado por la sociedad. Nació de la necesidad de mantener la armonía
entre sus integrantes. Es el conjunto de reglas y normas que establecen un
marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando,
prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos
e instituciones.
Responsabilidad
Una vez que pasa al plano ético (puesta en práctica), se
establece la magnitud de dichas acciones y de cómo afrontarlas de la manera más
positiva e integral, siempre en pro del mejoramiento laboral, social, cultural
y natural.
La persona responsable es aquella que actúa
conscientemente siendo él la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido.
Está obligado a responder por alguna cosa o alguna persona. También es el que
cumple con sus obligaciones o que pone cuidado y atención en lo que hace o
decide. En el ámbito penal, culpable de alguna cosa, acto o delito
Así, la responsabilidad en sentido jurídico debe entenderse,
desde la perspectiva de una persona que ejecuta un acto libre, como la
necesidad en la que se encuentra la persona de hacerse cargo de las
consecuencias de sus actos.
El Clan de los intocables.
Así pues, la Justicia son las reglas y normas que basadas
con la Moral regente de un territorio determinado, nos indican cual ha de ser
nuestro comportamiento y las consecuencias en caso de no respetarla. La
responsabilidad jurídica por su parte, sería el desacato o incumplimiento de
dicha Justicia. La Justicia es de ámbito general y la responsabilidad es de
carácter personal.
Si la Justicia es para todos, y todos somos iguales ante
ella, ¿porque la responsabilidad no sigue el mismo criterio?.
Justicia o Moral, Responsabilidad o Ética. Las palabras son
complicadas, y con frecuencia su interpretación produce confusiones.
Normalmente aquellos que ocupando cargos de poder nos
recuerdan nuestras obligaciones, son los mismos que basándose en el opaco mundo
de la interpretación jurídica, no aceptan sus responsabilidades. El pueblo
llano, no es nadie para pedir responsabilidades, tienen que ser nuestros
representantes políticos los que la soliciten. Pero como los infractores y los
demandantes son del mismo “clan “, uno no acierta a saber cómo, pero la cosa
suele terminar con una dimisión. Y con esta fantástica acción depuran
responsabilidades y eluden la Justicia.
Pero, ¿y los daños morales causados a los ciudadanos?......
¿y los daños económicos causados al pueblo?........
No pasa nada, la respuesta del Clan de los intocables es :
Eh!!, que ya ha presentado su dimisión.
Hay que tener poca vergüenza y una desfachatez desmesurada,
cuando días después conoces que es susodicho dimisionario ya ha sido recolocado
en un gran banco o en una gran empresa.
Eliot Ness y sus intocables tuvieron que quebrantar la ley
para detener a Al Capone y la sociedad
los ha convertido en héroes, pues eso, no resulta nada extraño ver como este nuevo
Clan puede hacer lo que quiera que no les pasa nada.
Justicia…!!,
Responsabilidad…..!!?, vaya risas se echan en el club de los dimisionarios.
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